Me gusta muchísimo la llegada de la primavera en Europa, en lo personal porque me facilita la modificación de mis hábitos de vida y renueva mi entusiasmo.
Días más luminosos y más cálidos que me motivan a salir a caminar, a detenerme a observar las flores silvestres que comienzan a aparecer con generosa abundancia.
Mayor tiempo pasado fuera de casa, paseos más largos.
Solo o acompañado una gran oportunidad de compartir y disfrutar los cantos de pajaritos, los zumbidos de los insectos, el aroma de los espacios abiertos y naturales.
Interesantes y sencillas experiencias a compartir con mi nieta pequeña, siempre interesada en explorar, correr y jugar.
Intrigada por las plantas y también por todos los «animalitos» que quisiera no solo ver, sino también poder tocar.
¡Que alegría que estamos de nuevo en el mes de marzo!